OC04 | Economía Azul aplicada a las ciudades de Venezuela.

La economía mundial, se ha basado desde sus inicios en la generación de riqueza por medio de la explotación del entorno natural en el cual habitan, lo cual nos categoriza según el físico teórico Michio Kaku, como una civilización de “tipo 0” donde existe una dependencia energética directamente de los recursos naturales. Muchas son las alternativas que se ofrecen para explicar y dar repuestas verdes más amigables con el ambiente, pero hay una opción que se atreve a dar una revolución total a la economía mundial y no solo desde el punto de vista ecológico si no que pretende alterar por medio de las leyes naturales la organización social y generar un moderno Homo Economicus, eficiente y consiente de la preservación de su entorno y es la llamada Economía Azul. La economía azul generara un bienestar social basado en la creación de productos basados en la Naturaleza y la ciencia. La gran incógnita, para el caso de estudio que es el venezolano estará en cómo hacer que esta alternativa economía sea adaptable y productiva y sus costos bajen rápidamente para hacer atractiva a los consumidores. El efecto albedo al reflejo de la radiación solar cuando cae sobre el planeta. Las superficies claras, como el hielo o la nieve, tienen un mayor albedo, mientras que las superficies oscuras, como los bosques, rocas u océanos, tienen un efecto menor las ciudades donde su albedo es inferior y su capacidad de refracción es muy baja en promedio, la respuesta es que son ciudades muy calientes con temperaturas promedio elevadas y en el caso venezolana se agrega otra variable que hay ciudades que además de calor tienen mucha humedad, Existe un método que parece fantasioso, pero no es imposible, de hecho, se puede atacar las dos variables simultáneamente (el calor y las consecuencias de la alta humedad y por ende lluvias por varios meses al año) y de una manera que se altamente aceptado por la población en general. Cabe destacar que la mayoría los techos planos en Venezuela de: edificios, casas, galpones están en condiciones no aptas para recibir la cantidad de lluvia que posteriormente hace que se empoza y luego se filtra, dado a que pocos pueden mantener los costos de tener techos impermeabilizados con derivados del petróleo o pinturas plateadas en el mejor de los casos. La solución en esta fase 1 que se plantea es basándose en un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona según relata el portal español NIU, De esta menara se estaría atacando dos variables; una el enfriamiento de la ciudad en al menos 1 grado centígrado en las noches y 3 grados en el día haciéndola más fresca y reduciendo los costos y el gasto energético en aires acondicionados y sistema de refrigeración (tanto de vehículos automotrices, como en vivienda y locales comerciales) y la segunda mejorando la calidad de vida de los ciudadanos ya que sus hogares tendrían viviendas sin filtraciones ni daños estructurales.